Por Ana Mª Ángel Esteban. Psicóloga clínica y sexóloga.
Los niños cuentan con una estructura de pensamiento bastante adaptable y moldeable sobre todo viendo la actitud de los padres. Nosotros les damos seguridad o se la quitamos. Algunos psicólogos son partidarios de que los niños se aburran para fomentar la creatividad. Yo no comparto esa idea, porque eso ocurre en un porcentaje mínimo de niños y teniendo además en cuenta las posibilidades contextuales de espacio disponible, tecnología al alcance o ambiente familiar estructurado. ¡Tienen que darse tantas condiciones “ideales” y de tranquilidad, para que un niño se las ingenie …..!
A estas alturas de confinamiento, al igual que ocurre en las personas mayores, en los niños estamos viendo reacciones de irritabilidad, miedo, insomnio, actitudes retadoras, tristeza… los niños necesitan desfogar física y psicológicamente y en ocasiones se encuentran, dadas las circunstancias de anormalidad, con actitudes de los padres consistentes en castigos absurdos e inadecuados, que lo que harán es crear más rebeldía o indefensión en el niño. Ahora más que nunca se trata de tener paciencia, cercanía y cierta tolerancia con nuestros hijos pequeños ya que muchos de ellos, por su edad, son incapaces de entender y asumir estos cambios impuestos de no salir y estos cambios en la forma de juego y de relacionarse con sus iguales.
Algunos lo viven como una fantasía e imaginan ,… dejémosles expresarlo en forma de juego aunque no lo entendamos … ellos se expresan de una forma distinta a la nuestra y cuando no lo hacen aparece la sintomatología psicológica. Démosles todo el cariño y comprensión que necesiten, con la paciencia que no tenemos, porque para nosotros esto también es tremendo. Hay que anticipar posibles nuevas reacciones de incomprensión de los niños al “sacarles a la calle” por un tiempo determinado y en condiciones que no son las que ellos desean y a las que están acostumbrados. No habrá columpios, no habrá otros niños, … solo habrá una salida para oxigenarse, que ellos, la mayoría no entienden, pero que algo es.
¿QUÉ OCURRIRÁ CON EL DESCONFINAMIENTO DE LOS NIÑOS?, niños de todas las edades, niños con problemas psicológicos previos, niños con trastornos de conducta, niños modelo, niños hermanos de otros niños que podrán salir y ellos no, niños al fin y al cabo.
Estamos confinados pero cuando ellos salgan con un criterio que solo nosotros “entendemos”, se producirán reacciones de rabietas, rechazo por el límite de tiempo y por el límite de actividad, pero también de confort en otros niños. Los que peor lo llevarán y habrá que hacérselo entender de la manera que sea, con argumentos o con concesiones en parte manipuladoras, serán los hermanos mayores de los que salen… “¿y por qué yo no?”. Ellos también utilizarán todas sus armas para el chantaje emocional en algunos casos y otros servirán de ayuda en las gestión de las emociones encontradas, de los más pequeños.
Cada niño, cada casa, cada familia, cada situación es un mundo en este mundo de normas generalizadas que sólo se ajustan y ayudan a unos pocos. Paciencia, siempre paciencia. Voluntad, la de querer llegar hasta el final, que ya queda menos, de la mejor manera posible. La mejor actitud de la que dispongamos es nuestra mejor arma para usarla con nosotros y con los demás que, en el caso de los niños, la verán como algo que llevamos a cabo todos y que tiene que ser así, con razones que les demos adecuadas a su edad.
Abrazarles, besarles, y hacer tontadas con ellos, les va a ayudar mucho a relativizar lo que no tienen y que hasta ahora era lo normal: risas con sus compis, tirarse por el suelo, jugar a cosas “de niños”… todo vale para hacerles más feliz el confinamiento y también más llevadero a nosotros mismos.
Ana Mª Ángel Esteban. Psicóloga clínica y sexóloga. Tfno de contacto 615 22 46 80
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