El dispositivo cuenta con la colaboración de Interpol y Europol que han trasladado hasta nuestro país siete agentes y tres oficinas móviles instaladas en Barcelona, Valencia y Alicante para analizar todos los datos obtenidos en la operación policial.
Investigación en dos fases. La investigación se inicio a principios del pasado año 2016 a consecuencia del doble asesinato de dos ciudadanos georgianos vinculados a la organización criminal liderada por el “ladron en ley” Kakhaber SUSHANSHVILI, creándose al efecto un equipo conjunto de investigación integrado por funcionarios de la Policía Nacional y de los Mossos d´Esquadra. Todo ello bajo la dirección del Juzgado de Instrucción número 2 de Terrassa (Barcelona) y la coordinación de la Fiscalía Especial Contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada.
A lo largo de esta investigación, se ha podido comprobar la existencia de una amplia organización criminal asentada en todo el territorio nacional de carácter internacional dedicada a una multitud de actividades delictivas, especialmente robos con fuerza en vehículos, trafico de drogas, contrabando de tabaco, corrupción en apuestas deportivas etc.
Vista la amplitud y el alcance de la organización, los agentes decidieron dividir la investigación en dos grandes fases. La primera se desarrolló el pasado 28 de noviembre de 2017 y se desarticuló un entramado criminal asociado a la organización criminal liderada por el Vor v Zakone Kakhaber SUSHANSHVILI. Se realizaron más de 30 detenidos de origen georgiano y 14 diligencias de entrada y registro de domicilios y empresas y establecimientos asociados a la organización.
Ladrón en ley, máxima rango dentro de la organización. La segunda fase se está llevando a cabo en el día de hoy sobre la que es, a juicio de los investigadores, la mayor organización internacional de origen armenio asentada en Europa, íntimamente relacionada con el entramado criminal georgiano desarticulado a finales del 2017 y con amplios vínculos internacionales en Estados Unidos, Francia, Bélgica, Italia y Lituania. Se prevé detener aproximadamente a 142 individuos, la mayoría de origen armenio y a la práctica de 73 entradas y registros en domicilios, empresas y establecimientos comerciales en las provincias de Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante, Albacete, Elche y Cartagena. Entre los detenidos cabe destacar que se encuentran 6 importantes líderes criminales catalogados con rango de Vor v Zakone o “Ladron en Ley” (máximas autoridades criminales en los países que formaban la extinta Unión Soviética).
Simultáneamente, el juzgado ha procedido a la emisión de cinco órdenes internacionales de detención y entrega y al bloqueo de numerosas cuentas corrientes y el embargo de bienes muebles e inmuebles.
Los integrantes de esta organización criminal armenia se dividían en dos grandes facciones enfrentadas entre ellas y lideradas cada una de ellas por un Vor v Zakone (ladrón en ley) de alto rango, quienes a su vez se erigían como jefes de otros Vor establecidos en diferentes provincias españolas y en países extranjeros.
Dichos Vor, junto con sus hombres de confianza, dirigían con mano de hierro a una multitud de miembros dedicados a distintas actividades delictivas, tales como el tráfico de drogas y armas, tráfico ilícito de vehículos sustraídos, robos en domicilios, contrabando de tabaco, receptación de joyería, corrupción en apuestas deportivas, sobornos o extorsiones.
Obschak, caja común de la organización criminal
Parte de los beneficios obtenidos por estos clanes criminales eran aportados en forma de donación o impuesto a una caja común, denominada obschak. Los jefes mafiosos ordenaban amedrentar mediante agresiones a quienes no quisieran contribuir con la mencionada obschak, e incluso llegaron a ordenar la muerte de dos integrantes, hechos que fueron frustrados por los investigadores al incautar el arma de fuego que iba dirigida a tales efectos.
La red criminal contaba con la colaboración de otros líderes criminales asentados en diferentes países de Europa, quienes a su vez también recibían su sustento económico. Para llevar a cabo este flujo de capital ilícito, los miembros de la organización con cargos intermedios o superiores, utilizaban a integrantes de menor rango para recibir y enviar el dinero a través de empresas especializadas o hacer entrega en mano a los grandes líderes. A su vez, los diferentes Vor gestionaban el capital ilícito con el fin de realizar inversiones patrimoniales o compras de material subastado para venderlo en el extranjero y así blanquear los beneficios.