El presidente del PP regional, Paco Núñez, avanzó un plan alternativo al de Castilla-La Mancha hace más de un mes, pero lo único que conocemos hasta el momento es su propuesta de que los políticos sean los primeros en vacunarse, tal y como trasladó en una entrevista a un medio de comunicación.
Frente a la falta de propuestas del PP, el plan de vacunación del Gobierno de Castilla-La Mancha avanza a buen ritmo y ya se han puesto 200.000 vacunas, mientras que nuestra comunidad autónoma se encuentra por encima de la media nacional en personas inmunizadas, es decir, que han recibido la pauta completa.
El objetivo es que a finales de abril estén vacunadas contra la COVID-19 todas las personas mayores de 70 años junto con aquellas que tengan patologías previas.
Además, durante la primera quincena de marzo, se llevará a cabo la vacunación de docentes y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, mientras que Castilla-La Mancha fue una de las primera comunidades autónomas en comenzar la vacunación a los mayores de 80 años, grandes dependientes y cuidadores, y usuarios de viviendas tuteladas y Ayuda a Domicilio.
Ante esta circunstancia, los socialistas de
Castilla-La Mancha nos preguntamos las razones de la actitud del PP hacia la campaña de vacunación y expresamos nuestro temor ante la sospecha de que, en realidad, al partido de la oposición en
Castilla-La Mancha le moleste que las cosas funcionen.