Mundotoro/. Se crío siendo solo un niño en la época de Chicuelo II y Pedrés, siendo, precisamente, en la plaza de toros de Albacete donde por primera vez cogió un capote y ciñó su primer traje de luces el 15 de agosto de 1958. Debutó con picadores cuatro años más tarde en Cartagena y ya antes de la alternativa disfrutó de los pros y los contras de una profesión a la que le dedicó toda su vida, pues en 1961 -misma temporada que debuta en la plaza de toros de Madrid– sufre una fractura en la muñeca izquierda. Manuel Amador va destacando por su concepto y sus buenas formas, consiguiendo en Barcelona su primer gran triunfo, alzándose con el trofeo a la mejor faena de la Feria de la Merced.
Manuel Amador tomó la alternativa el 28 de mayo de 1964 en la plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, de las manos de Curro Romero, como padrino, y Carlos Corbacho, como testigo. Un cartel que completó el rejoneador Álvaro Domecq. Con reses de Joaquín Buendía, el torero de Albacete consiguió dar una vuelta al ruedo. Fue en 1965 uno de los años más redondos de Amador a pesar de sufrir dos cornadas, puesto que consigue el día de su confirmación de alternativa salir por primera vez por la Puerta Grande de la plaza de toros de Las Ventas. Ese día, el 24 de mayo, Manuel Amador confirmó alternativa con reses de Carlos Núñez, con Curro Romero, como padrino, y Manuel Benítez ‘El Cordobés’, como testigo.
En 1966, tras cortar tres orejas en Madrid y ser autor de una de las mejores faenas de la feria, un toro de Francisco Escudero le fractura el húmero izquierda mientras actuaba en Barcelona, un percance que le mantiene en el dique seco hasta 1967 y le marca para el resto de su carrera. En su haber, Manuel Amador consiguió abrir la Puerta Grande de Madrid en dos ocasiones y abrir la Puerta del Príncipe en Sevilla. Finalmente, el 18 de mayo 1980 se retiró en la plaza de toros de Madrid, tras lidiar una corrida de Alonso Moreno.
Manuel Amador fue el iniciador de la saga de toreros gitanos de Albacete, alcanzando el éxito en las plazas más importantes de España. Defensor de la manera de expresarse en el toreo, nunca tuvo reparos en defender el concepto gitano en varias entrevistas. ‘El toreo gitano existe y se distingue del resto. Cuando sale ese torero gitano que tiene ese arte y es capaz de darlo cuando le embiste un toro, no todas las tardes, a la gente le llega’, aseguró en una entrevista en Tendido Cero.
‘Al torero gitano se le ha tenido siempre como un torero de mucho arte, pero medroso. Y de medroso nada. Únicamente, que nuestra interpretación del toreo, que es el toreo de sentimiento, necesita un toro que le ayude para expresar todo aquello que el torero gitano tiene dentro’, comentó.
Manuel Amador fue nombrado profesor de la Escuela Taurina de Albacete, donde pudo mostrar sus conocimientos y su amor a la Tauromaquia a sus alumnos. Pensaba que el torero nacía, pero también se tenía que hacer por lo que siempre buscó el mejor consejo para los alumnos y para los matadores que hasta el último momento le pidieron consejos. Esa labor didáctica del toreo también le llevó a los micrófonos de Castilla-La Mancha TV.
Relacionado durante toda la vida con la Tauromaquia, tuvo en su hijo Manuel Amador uno de los continuadores de la saga de toreros gitanos de Albacete, al que acompañó durante toda su trayectoria y guio en sus pasos y éxitos profesionales, llegando incluso a verle gestionar la plaza con la que Manuel Amador Correas siempre soñó y le cargó de responsabilidad: Albacete. Precisamente, este último año, pudo seguir la feria acompañando a su hijo desde el callejón, siempre en la sombra, pero siempre en la espalda.
Desde el equipo humano de Albacete Diario, queremos mandar nuestro más sentido pésame a su hijo, Manuel Amador, y familiares por esta dura pérdida. D.E.P.
El Ayuntamiento lamenta la muerte de Manuel Amador, torero de Albacete y exdirector de la Escuela Taurina
El Ayuntamiento de Albacete ha trasladado sus condolencias a la familia de Manuel Amador, torero de Albacete, quien fuera director de la Escuela Taurina.
Manuel Amador Correas, fallecido a los 83 años, tomó la alternativa el 28 de mayo de 1964, en la Maestranza de Sevilla, teniendo como padrinos a Curro Romero y Carlos Corbacho de testigo. Se retiró en la misma ciudad, en 1972, aunque en 1978 volvió otra vez al mundo del toreo. El año 1965 fue su mejor temporada como matador, pese a que tuvo dos graves incidentes en los ruedos.
Años después de que en 1980 se retirara de los ruedos, Manuel Amador asumió la dirección de la Escuela Taurina de Albacete, labor que desempeñó "con gran entusiasmo" durante seis años y donde se han forjado muchos toreros albaceteños, según ha informado el Ayuntamiento en nota de prensa.
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