Según ha informado la Policía en nota de prensa, la investigación se inició en el pasado mes de mayo, cuando se recibieron las primeras denuncias de personas a las que habían cambiado de compañía eléctrica sin su consentimiento y falsificando la firma.
Las gestiones policiales comprobaron que los contratos fueron realizados en tiendas de telefonía móvil donde, a la vez que los clientes daban sus datos para la contratación de servicios de telefonía, comerciales de esos locales falsificaban contratos energéticos a su nombre. La finalidad era alcanzar objetivos comerciales con su empresa.