Esta nueva medida se suma a la reducción que se estaba aplicando ya, así como a otras, como son la desinfección exhaustiva de los vehículos, la limitación de su aforo, la obligatoriedad de acceder por su puerta trasera y la suspensión del pago del billete.
El nuevo ajuste de frecuencias, que se ha comenzado a aplicar hoy, conlleva una reducción próxima al 50% y la suspensión de la línea G, que los domingos enlazaba el casco urbano con el cementerio.
De tal forma que las frecuencias quedan establecidas de la forma siguiente:
- En día laborable, en torno a 25 minutos entre vehículos, por las mañanas, y 35 por las tardes.
- En sábado, con una cadencia de 35 minutos.
- En domingos y festivos, una periodicidad aproximada de 60 minutos.
Desde la declaración del Estado de Alarma, el pasado 14 de marzo, el servicio municipal de autobuses urbanos ha experimentado un descenso en el número de sus usuarios cercano al 95%. No obstante, este servicio se mantiene, con las sucesivas limitaciones que ha experimentado durante los últimos días, porque está considerado como esencial, para garantizar que la ciudadanía pueda acceder a sus puestos de trabajo, si su actividad no ha sido restringida, y a los servicios de carácter básico identificados en el Estado de Alarma.