Durante este tiempo, las más de 150 mujeres que integran ambas asociaciones no han tenido apenas actividad, “sumándose la situación de su centro con las restricciones de la pandemia provocada por a Covid-19, pero poco a poco han ido organizando sus charlas, actividades de recuperación de autoestima, talleres de bordados… en salas cedidas por los Servicios de Empleo”.
Pero desde hoy, la Asociación de Amas de Casa de Nuestra Señora de Cubas, presidida por Elena Flores, y la Asociación de Mujeres del Barrio Industria, presidida por Pilar Fernández Olmedo, recuperan su espacio propio, “y lo hacen en la primera planta, en dos despachos que se les han acondicionado para su uso, disponiendo ambas de un espacio de aula para sus clases y talleres y una zona de despacho para la gestión de su asociación”, ha comentado el concejal de Igualdad y Participación.
Lazos de comunidad. “Es necesario destacar la importancia que tiene que estos dos grupos de mujeres recuperen la autonomía de sus propios espacios en los que desarrollar su actividad, ya que más allá de la pintura, artesanía o de charlas que organizan, la acción de estas asociaciones es la de crear lazos de comunidad entre las mujeres de su barrio, proporcionando un lugar seguro, de ocio, de conversación y de ruptura con la soledad que muchas de ellas padecen en sus casas, por eso hemos hecho todos los esfuerzos precisos para que recuperen su propio espacio", ha apuntado Martínez, quien ha destacado el interés del alcalde, Emilio Sáez, por dotar a estos colectivos de sus sedes en el menor espacio posible de tiempo.
Además, aprovechando este día significativo, la Asociación de Amas de Casa de Nuestra Señora de Cubas ha rendido un homenaje a sus socias mayores de 85 años, reconociendo su labor voluntaria, como Nieves Rivera, Andrea Cuesta, Trinidad Moreno, Juana Martínez, Maruja Martínez y Eladia Martínez.
“Volver a vivir”. Elena Flores ha señalado que el acto de esta tarde ha servido, por un lado, para conocer las nuevas instalaciones cedidas por el Consistorio a su colectivo, y por otro, “rendir un homenaje a la mujer trabajadora, ahora que se acerca el 8 de marzo, aunque todas las mujeres son trabajadoras”. Las socias de la Asociación de Mujeres de San Antonio se reúnen todas las tardes, de lunes a jueves, y llevan a cabo talleres de bordados y costura, y además realizan cursos cortos, teniendo previsto en breves fechas uno sobre manejo de teléfonos móviles. Y una vez al año organizan una exposición de artesanía con los trabajos que desarrollan en los diversos talleres.
“La asociación ha significado volver a vivir, perdí a mi marido y me jubilé en cuestión de dos meses, y conocer a estas mujeres me devolvió las ganas de volver a coser, de aprender, de vivir”, ha señalado Elena Flores.
Por su parte, la presidenta de la Asociación de Mujeres del Barrio de Industria ha explicado que “necesitábamos recuperar nuestros espacios para volver a reunirnos, de hacer cosas entre nosotras, salimos de casa, hacemos viajes, nos contamos nuestros problemas y eso es maravilloso para la salud mental”.
Esta asociación realiza actividades de lunes a viernes, desde bolillos a restauración de muebles, bordado de refajos, pintura, “y ya somos más de un centenar de asociadas, estamos recuperando la actividad tras la pandemia”, ha añadido Pilar Fernández Olmedo.
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