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Constituido el jurado que juzga a 'Joseka', acusado de matar a su socio Jesús Lorenzo en el pub Legendario

Constituido el jurado que juzga a "Joseka", acusado de matar a su socio Jesús Lorenzo en el pub Legendario

miércoles 03 de abril de 2019, 08:00h

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El jurado popular que juzga desde este martes a un hombre acusado de matar a su socio de un bar de Albacete ha quedado constituido en la Audiencia Provincial de Albacete.

El jurado popular ha quedado compuesto por tres hombres y seis mujeres, además de otro hombre y una mujer que son suplentes.

Serán los encargados de emitir un veredicto sobre la culpabilidad del acusado, J.C.G.C., conocido por "Joseka" por el delito de asesinato de su socio, Jesús Lorenzo, hostelero albacetense.

El fiscal pide para el inculpado una pena de 25 años de cárcel, mientras que el abogado de la defensa solicita la libre absolución al entender que la muerte "fue accidental".

Así lo han explicado a los medios, antes de comenzar la sesión en la que se han expuesto consideraciones generales, si bien las declaraciones de los dos acusados está previsto que comiencen este miércoles.

Además del socio del hostelero Jesús Lorenzo, a quien su familia buscó durante meses hasta que se encontró su cadáver en una finca de Viveros y se detuvo a su socio -que está en prisión provisional-, hay otro acusado, M.A.C.C., quien el fiscal entiende que ayudó al autor del asesinato a deshacerse del cadáver que tuvo oculto en un congelador del bar durante algún tiempo, para quien el fiscal pide una pena de tres años de prisión.

El escrito de acusación del fiscal señala que el 2 de febrero de 2017 el acusado se encontraba en el almacén del bar junto a su socio, con el que mantenía desavenencias pues sospechaba la víctima que se quedaba con dinero de la recaudación y, aprovechando que estaba de espaldas, lo golpeó con una herramienta en la cabeza y lo mató.

Metió el cuerpo en un congelador del bar, a continuación limpió toda la sangre que había salpicado en las paredes y en el suelo del bar y se marchó a su domicilio.

Después de unos días, el procesado decidió sacar el cadáver del bar para ocultarlo en otro lugar, lo que hizo con ayuda del otro acusado, quien no sólo tenía pleno conocimiento del crimen cometido porque éste se lo había confesado, sino que también le ayudó a limpiar la sangre del almacén.

Lo escondieron en el maletero de un coche, pero más adelante, dado que el cuerpo desprendía un fuerte hedor, el acusado decidió hacerlo desaparecer, así que lo sacó del maletero, le prendió fuego y esparció las cenizas y pequeños restos óseos por la zona, donde también apareció la pulsera del plata que siempre portaba el fallecido.

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