Según Sáez Cruz, la institución y la empresa están comprometidas con los vecinos y vecinas para mejorar el agua del grifo. La inauguración de esta mejora es una de las más importantes porque democratiza el acceso al agua. El objetivo final es mantener o incluso reducir el costo del agua en el futuro, una vez que se hayan asegurado los costos energéticos.
La empresa pública estatal Acuamed ha aprobado un nuevo acuerdo con la ciudad de Albacete para gestionar y mantener el suministro de agua potable en el municipio. Este nuevo convenio reemplaza al anterior, que había estado costando al ayuntamiento tres millones de euros adicionales cada año. El nuevo acuerdo es retroactivo desde enero de 2020 y se extiende hasta el año 2029, lo que significa que Albacete ahorrará casi 50 millones de euros. Sáez ha declarado que este ahorro era justo y necesario.
El Ayuntamiento se encargará de la gestión de la planta gracias a Aguas de Albacete, mientras que Acuamed seguirá siendo propietaria por delegación del Estado. Esta información ha sido comunicada por el Ayuntamiento a través de una nota de prensa.
"CÓMO FUNCIONA". El alcalde explicó que la planta de ósmosis inversa utiliza tecnología de membranas para eliminar ciertos compuestos del agua tratada, como sulfatos, calcio y magnesio, que pueden darle un sabor duro.
Las 1.300 membranas se dividen en tres racks y están hechas de poliamidas, las cuales actúan como barrera para sales y moléculas inorgánicas al ser prensadas unas contra otras.
Es importante que el agua producida por ósmosis inversa sea supervisada por expertos en términos de calidad, composición y mantenimiento de los equipos.
Durante la inauguración, el regidor municipal destacó que la planta es una buena opción en caso de emergencia o sequía, cuando se necesite recurrir a los sondeos para obtener agua.
Según Sáez Cruz, la activación de la planta de ósmosis y la adhesión al movimiento Bebe agua del grifo permitirán reducir la huella de carbono en Albacete. Esto se logrará disminuyendo el consumo de plástico y las emisiones de CO2 a la atmósfera. Además, esta medida también mejorará la vida útil de los electrodomésticos que calientan agua.
"No ha estado en funcionamiento desde el año 2014".
El proceso para inaugurar la planta de ósmosis ha sido largo, según el líder local, ya que su construcción comenzó en 2007 y finalizó en 2014. Durante los años de gestión del Partido Popular, la planta estuvo inactiva y sin uso.
El Equipo de Gobierno expresó su deseo de utilizar la infraestructura hidráulica que se ha inaugurado hoy en 2020. El 1 de septiembre, Sáez Cruz y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Miguel Polo, firmaron un convenio para poner en marcha la planta nueve años después de su finalización.
La construcción de una planta y emisario tuvo un costo de 9.2 millones de euros cubierto por la Confederación. Debido a que la planta no se utilizó durante nueve años, las instalaciones y componentes se deterioraron, incluso aquellos que nunca habían sido usados. Como resultado, se necesitó cambiar tres racks o contenedores de membranas, lo que generó gastos adicionales. Aguas de Albacete gastó 515,000 euros en el cambio de un contenedor de membranas, el sistema operativo y el telecontrol. Por otro lado, la CHJ debió desembolsar 640,000 euros para cambiar dos contenedores de membranas. En total, la Confederación Hidrográfica del Júcar gastó 640,000 euros en el cambio de dos racks de membranas.
La CHJ encargó al Ayuntamiento, a través de Aguas de Albacete, la responsabilidad de mantener, conservar y operar la planta y emisario de salmueras según el convenio establecido.
Tanto la normativa europea como la española tienen como objetivos principales proteger la salud de las personas, garantizar el acceso universal al agua y fomentar el consumo de agua del grifo.
Según el alcalde, la planta de ósmosis inversa cumple con los principios de incrementar la confianza de los ciudadanos en el agua de consumo de grifo.
En la ceremonia de apertura estuvieron presentes el Equipo de Gobierno y otros miembros de la Corporación, así como Manuel Pérez Castell, quien fuera alcalde en 2007 cuando comenzaron las obras. También asistieron el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca, y el director gerente de Aguas de Albacete, José Belda.
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