A preguntas de los medios tras un desayuno informativo, García-Page ha señalado que es lógico que una empresa tenga como objetivo "ganar más dinero" para "aliviar su endeudamiento", pero cree que la entidad "no ha calculado el daño reputacional que su decisión tiene en España".
Entiende García-Page que, igual que a una empresa se le exigen compromisos "en cuanto a cumplimiento de conciliación" o de paridad en sus consejos de administración, se les pide un compromiso social "que tiene que empezar por un compromiso nacional".
"Me preocupa más que la batalla política que hay aquí se tendría que dar en Bruselas. Pasa que más o menos descaradamente hay países que juegan al dumping fiscal para facilitar el traslado de empresas, y eso se sale del marco de convergencia del debate de Europa. Hay que poner medidas como para no hacernos competencias injustas", ha zanjado el presidente autonómico.