Navarro alude de esta forma a las declaraciones que realizó ayer Serrano, tras visitar la nueva cubierta retráctil que sustituye al antiguo globo presostático del Complejo Deportivo Carlos Belmonte y que cuestionado por el proyecto que comprometió para construir un nuevo complejo deportivo en el entorno del Jardín Botánico, se excusó afirmando que “si no hay apoyo de otras instituciones, es muy difícil que eso vea la luz”.
Curiosamente, afirma Jacinto Navarro, esta “excusa de Manuel Serrano se produjo en el interior de unas nuevas instalaciones deportivas, ejecutadas íntegramente por el anterior Equipo de Gobierno y que contaron con un presupuesto de 1,2 millones de euros, que asumió el Ayuntamiento sin implicar a otras administraciones”.
En opinión del concejal socialista, el “cinismo del señor Serrano es preocupante, porque él sabe que la construcción de complejos deportivos es municipal”. A esto se suma, añade Navarro, que “Manuel Serrano, en su programa electoral se comprometió a un ambicioso programa de inversiones deportivas, entre las que figuraba un gran complejo deportivo, con un pabellón multiusos con capacidad para albergar eventos deportivos y musicales; un centro acuático, con una piscina cubierta de 50 metros; y hasta un velódromo, pero ahora, cuando llega la hora de la verdad, la de gestionar los recursos municipales para hacerlos realidad, pasa la responsabilidad al Gobierno de Castilla-La Mancha, a la Diputación y al Consejo Superior de Deportes”.
En el programa electoral con el que Manuel Serrano concurrió a las Elecciones Municipales, prosigue Jacinto Navarro, “estos pretenciosos proyectos figuraban como propuestas propias del PP y eran un compromiso personal de su candidato, pero cuando la ciudadanía comienza a reclamárselos, el señor Serrano es capaz de mirar a cámara sin inmutarse y decir que muy probablemente no se harán, porque no los pagan otras administraciones”.
Una actitud, incide Jacinto Navarro, que “dice mucho y nada bueno sobre Manuel Serrano como persona y como gestor. Como persona por su capacidad para mentir sin rubor, para conseguir un fin, porque cuando se sentó con su equipo a redactar su programa, sabía que se estaba comprometiendo a unas inversiones que no estaba dispuesto a asumir; y como gestor, por su incapacidad para administrar y gobernar, pues cuando le reivindican que cumpla lo que prometió, en lugar de buscar y priorizar los recursos se limita a decir que no se harán por culpa de otras administraciones”.
Por último, el edil socialista expresa su preocupación por la “puerilidad con la que Manuel Serrano entiende la política y la gestión municipal, pues solo a un niño se le ocurre prometer cosas que no está dispuesto a hacer y después justificar que no las hace, porque son responsabilidad de otros”.
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